16 agosto 2009

Cuentos: "Amor - amistad"

Amor – Amistad” Matías R. Saia

Nunca creyó que el amor llegaría ese día, y con un enorme golpe, al verla sintió como el corazón se le oprimía hasta casi gritar. Miro a Eliana, su mejor amiga desde que tenía memoria y sintió que podía amarla. Recordó cuando se conocieron, tan pequeños y tan diferentes, habían sido enviados a la misma primaria y al saludarse la primera vez comenzaron a relacionarse con rapidez creando una duradera amistad. Peleaban con frecuencia, pero al ser niños, lo tomaban con humor horas mas tarde. Eran muy confidentes entre ellos y a pesar de que cada uno tenia su grupo de amigos, no dejaba de juntarse aunque sea unos minutos al día. Muchos los molestaban diciendo que eran novios, pero ellos se miraban con desagrado y se repetían que nunca pasaría.

Ahora estaba el allí contemplándola a Eliana mientras salía de su casa con un hermoso vestido, perfumada y arreglada, a decir verdad estaba muy atractiva. Ella se acerco sonriéndole, mientras Germán, dentro de su mente luchaba con su corazón, lo abrazo y le dio un beso en el cachete, algo común cada vez que se veían, hasta ese día ya que Germán sentía una presión el pecho cuando ella lo abrazaba. El muchacho solo atino a decirle que estaba muy linda y ella, poniéndose colorada, le contesto que no se haga el gracioso y le dio un golpe en el hombro, que le dolió casi tanto como esa presión en el pecho. Ella lo tomo del brazo y lo invito a que comiencen a caminar hacia la fiesta, ya que Germán seguía algo confundido.

En el trayecto hablaron bastante, el le seguía las conversaciones mientras se iba enamorando mas y mas. “¿Como no había visto lo especial que es?” se preguntaba “¿Ella sentirá lo mismo?” pensaba. Ambos estaban solos, ya que sus antiguas parejas no habían funcionado. Nunca creyó estar en una situación así frente a Eliana, antes, sabia que la quería mucho, pero nunca lo había visto así. Ahora su mundo se estaba dando vuelta. Por su mente creía que ella no sentía el mismo cambio, la misma sensación, quizás estaba algo enfermo o loco y por eso estaba pensando cosas extrañas con respecto a Eliana, su mejor amiga, aquella que la había aconsejado acerca de sus mujeres y de cómo tratarlas. Era aquella con la que peleaba y le escondía las muñecas, era casi como una hermana para el. Pero ya no era mas aquella niña de rulos y pequitas, era ya una mujer, y el la veía como tal. “Acaso tome alcohol” pensó mientras trataba de seguirle la conversación a Eliana que cada dos por tres lo volvía a golpear para que el muchacho vuelva en si.

Al rato llegaron al Salón y se encontraron que al entrar, todos los invitados giraron la cabeza para verlos, ellos ante la extraña situación, se dijeron algunas palabras poniendo colorados y se separaron para encontrarse con sus amigos. Germán odio separarse de Eliana, pero al verla irse con tanta seguridad y sin mirar, se le fueron la esperanzas de que ella sienta algo por el. Sus amigos le vieron la cara larga, pero creían que se trataba de su última relación, y para alentarlo le hacían bromas y trataban de hacerlo dispersarse. Sin embargo, Germán no dejaba de mirar a Eliana a lo lejos. Tan distante, tan hermosa. Fue una hora muy dolorosa para Germán, ya que estaban en lugares diferentes y cada vez que se podía acercar, algún amigo o amiga los alejaba más. La música empezó a sonar más fuerte y comenzaron a acercarse en el centro para bailar. Algunas parejas se formaron y otros prefirieron bailar con sus compañeros o tomar algo en la barra. Eliana había desaparecido y eso preocupo a Germán que comenzó a buscarla sin importarle que sus amigos notaran que estaba como perdido. Una muchacha, amiga de el, se acerco e intento llevarlo a la pista, pero se disculpo y dijo que debía ir al baño. En el baño se lavo la cara y se dio cuenta de su expresión, y de sus sentimientos. Eliana era su destino, era la mujer que buscaba, había estado ciego durante tanto tiempo, quizás no quería confesarlo hasta que realmente lo supiera. Salió del baño algo mareado, y volvió a buscarla, sin éxito. Les pregunto a algunas de sus amigas, y cada una le dijo cosas diferentes. Entonces algo dentro de el le dijo que podría estar en el patio del salón, y miro por una ventana. Allí estaba Eliana, en un asiento, sola mirando a la luna y con los ojos vidriosos. Dudo durante unos segundos, si buscarla o no, si arriesgarse o morirse de amor. Eliana era su mejor amiga, la única a la cual había contado todos sus secretos sin miedo ni vergüenza, no sabia si podía perderla, no podía verla sabiendo que no la podría tener, sabiendo que había sido rechazado.

Sintió como su cuerpo se deslizaba hacia la puerta del patio, y allí comprendió que valía la pena arriesgarse, que si sufría el rechazo y la perdida, seria al menos un poco menos doloroso que saber vivir con el “¿y si hubiera actuado?”. Al abrir la puerta sintió como entraba en un nuevo espacio, que la presión poco a poco desaparecía, donde no le importaba ser observado por los demás. Ella no noto su presencia, o lo confundió de persona y prefirió ignorarlo, no sin dejar de llorar. Poco a poco Germán se fue acercando y allí fue cuando Eliana lo vio y se sobresalto tapándose la cara. El muchacho no dijo nada y se sentó al lado de ella. Nunca había podido verla llorando, cuando eran niños y la molestaban otros chicos haciéndola llorar, el iba a defenderla y le daba algunos abrazos que Eliana decía que eran sanadores. Sentados allí, con aquel silencio casi necesario, Germán le quito los brazos de la cara y la abrazo cariñosamente. Ella sin dejar de llorar dejo que el joven la abrase y poco a poco la sensación de dolor desapareció hasta que dejo de llorar. Dejaron de abrazarse y se miraron a los ojos, sin saber que decir, pero queriendo decir todo. Germán ya empezaba a sospechar algo, y muy dentro de el soñaba que esa sospecha sea cierta. Medito durante unos segundos que parecieron años y tomo coraje para hablar, pero Eliana le tapo la boca con su mano y se confeso ella misma. Le dijo que hacia un tiempo que había encontrado nuevos sentimientos hacia el, que había intentado ocultarlo bajo consejo de sus amigas, y había intentado convencerse de que era solo una confusión, unos deseos tontos. Con el tiempo comprendió que no era una confusión, que no eran deseos tontos, que su corazón clamaba por Germán y tenia que decírselo. El muchacho sintió que su pecho se inflaba, tomaba valor, que su corazón estaba por estallar.

Entonces Eliana soltó la bomba, debía irse a Europa por que su padre había conseguido trabajo en España. Germán creyó que caiga en un abismo, que le clavaban miles de dagas por todo su cuerpo en especial en su corazón. Comenzaba a sentirse mareado, comenzaba a perder su vida. Veía todo negro en su futuro, todo sin color por que ella no estaría en el.

Entonces, sintió fuego, calor en el, que comenzaba a esparcirse desde su boca, llegando rápidamente a su corazón. Sintió colores por todos lados, olía y tocaba colores. Entonces el color negro desapareció, y vio a Eliana frente a el, veía sus ojos negros y sus bocas se besaban. Sintió que volvía a recuperarse a sentirse vivo nuevamente, incluso muchísimo mas vivo. Sentía que la energía le recorría su cuerpo, que todo estaba bien y que nada cambiaria esa felicidad. No le importaba que por la ventana estén todos sus amigos mirando, gritando y aplaudiendo. Dejaron de besarse y se miraron a los ojos. Ahora comprendía que habían sido pareja desde muy niños, desde la primera vez que se vieron ya estaban enamorados, y no dejarían de estar separados, la distancia seria mínima comparada con la conexión que los unían, ahora compartían un solo corazón. Ella se iría para Europa, pero esa noche ellos estarían juntos y por siempre lo estarían. La tomo del brazo y entraron al salón, los invitados a la fiesta ya estaban bailando y hablando de nuevo. La música los acompañaba, ellos lentamente se coloraron en el centro de la pista del baile, sonriendo y abrazándose comenzaron a bailar.

12 agosto 2009

Deseos 3

“Deseos 3”

El mito del dolor
Lo siento en mi corazón
Disfruta de mis disgustos
Y se atormenta de mis tormentos

La leyenda del amor
Aquel recuerdo que uno guarda
Siente antiguos valores
Que logran que mi espíritu llore

Poemas, escritos y palabras
Ellos esconden mis andanzas
Esperan pacientes que los escriban
Para por fin salir de mi alma

La música me quita la pena
Que me aqueja si pienso por ella
Y cuando escucho alguna buena canción
De seguro, mejor me siento yo

Nadie experimentara lo que siento
Y si les digo seguro les miento
No puedo vivir en paz
Y el dolor vuele a atacar

Estoy en plena guerra
Mi corazón quiere continuar
Pero mi alma la esta por para
Y en el medio estoy yo

La fantasía de tu amor
Te cuento que casi me engaña
Creía que tus sonrisas eran mías
Pero pronto supe que nunca lo fueron

En un poema de amor voy a retratar
Que muchas veces me hizo suspirar
Más nunca pude sentir
Y por ella no dejo de sufrir


Matías R. Saia

05 agosto 2009

Poemas: "Deseos 1"

“Deseos 1”
La ilusión no es amor
Los sueños no son la realidad
Solo tu mirada me arrasa
Y tus ojos me provocan

Ese paisaje que veo en tus ojos
Me recuerda a un lugar deseado
Donde solo reina la paz y la tranquilidad
Y tus exigencias son mi necesidad

El amor que me has dado
Hoy lo siento en mi alma
La pasión que hemos creado
Es única y realmente necesaria

Tu cabello se mueve suavemente
Cuando te acercas a besarme
Y cuando estas alejándote
Mi corazón se agita violentamente

Las palabras que me has dicho
Han provocado en mí
Las sensaciones más profundas
Amor, cariño, locura siento aquí.

La lluvia no cesa por acá
Los dolores de mi corazón
Encerrado esperando por vos
Sufriendo por conseguir tu amor.

En el cielo solo veo tus ojos
Me encontraría en el infierno
Si estuviera lejos de vos
Solo con verte me siento eterno

Matías R. Saia

03 agosto 2009

Cuentos: "Busqueda"

“búsquedas”

La mañana se anuncio a través de la ventana con un sol que pego duro en la frente del Muchacho, despertando de su sueño, en el cual se hacia presente la mujer que venia buscando desde hace una semana. Salió de su cama y fue al baño a sacarse las lagañas. Se miro en el espejo y por un segundo imagino que ella estaba detrás de el sonriéndole, por lo que se dio vuelta inmediatamente para encontrarse con la pared. “¿Hoy será el día?” Se pregunto, casi inocentemente. Dedico las primeras horas de la mañana para estudiar y ayudar en casa. Esa tarde la tendría libre para salir nuevamente por las calles y tratar de reconocerla entre las miles de caras que uno ve todos los días.

Cesar estaba perdiendo las esperanzas de lograr encontrarla de nuevo, se lamentaba no haberle pedido el teléfono o la dirección de su casa. Caminaba por las calles esperando que apareciera en cada esquina, pero su vacio aumentaba al no verla por ningún lado. Reviso bares y clubes, así como boliches y plazas, sin suerte. Mientras realizaba su búsqueda, recordaba aquella noche en que se conocieron, en que se amaron, casi volvía a revivir la noche. Habían pasado ya dos semanas de aquella noche y solo tardo dos días en empezar a buscarla.

Se sentía un completo inútil, derrotado después de una tarde de búsqueda, se sentó en uno de los bancos de la plaza que encontró más cercana. Allí algunos niños jugaban y ancianos discutían acerca del último clásico. Se quedo un rato mirando los arboles y algunos pájaros que parecían jugar entre algunas ramas. La gente pasaba con sus preocupaciones y decepciones. Cesar estaba allí, tan callado, tan desesperado y a la vez esperanzado.

Cerró sus ojos para escuchar los ruidos de la ciudad mientras meditaba. Dentro de su cabeza comenzó a imaginarla. En sus pensamientos se vio buscándola incluso afuera de la ciudad, por el campo y las montañas, incluso otros países. Cada vez notaba que estaba mas cerca, algo dentro de él le decía que faltaba muy poco. La sentía muy cerca de el, hasta podía escuchar su voz.

En su imaginación, comenzó a correr entusiasmado, hasta que finalmente logro ver su figura desde muy lejos “Ven a buscarme” Le dijo la muchacha “estoy muy cerca” lo animaba. Solo estaba a unos escasos metros de ella, la sentía muy real, pero sabía que era imaginación suya y que de un momento a otro al abrir los ojos se encontraría de nuevo con la triste plaza. “Abrí los ojos y espero que no te sorprendas con lo que encuentres”. Siguió la orden de su imaginación y abrió los ojos de puro inocente. La imagen de Caro no había desaparecido, estaba frente a el. Cesar atino a pestañear, creyendo que era un engaño se su mente, pero Caro era real. “¿Qué sucede?” Le pregunto mientras una sonrisa se le dibujaba a Cesar en su cara, como si fuera un niño en navidad. De un salto se levanto y abrazo a Caro con todas sus fuerzas. Ella rio por la actitud de el chico y le dijo que se calmara ya que no había sucedió nada. “Temía no verte mas” Le dijo el casi lagrimeando. “Yo te dije que iba a buscarte, pero fue mas difícil de lo que pensé” le contesto ella sonriendo. “No te disculpes, ven vamos a caminar” le dijo Cesar y la tomo de la mano llevándosela con el, ni siquiera escuchando una palabra de la muchacha, que en realidad no se quería negar, pero sus ánimos la hicieron sonreír y dejar que el la lleve. Juntos se alejaron de la plaza para volver a encontrarse nuevamente.

02 agosto 2009

Cronica: "El dia menos significativo de tu vida"


Lentamente voy abriendo los ojos, imaginando la cara de mal humor que se me fue formando. Escucho un celular que suena y molesta y lanzando un suspiro trato de buscarlo en la mesita de luz. Después de uno segundos que parecieron años logro atinar con el celular y mirando la pantalla descubro que es una llamada de Ezequiel con el cual había quedado de encontrarme para votar. Atiendo y me doy cuenta, después de un "Hola" que se parecía mas a un ronquido que un saludo, que me corto. Reviso mis mensajes y encuentro uno de Ezequiel que me dice que me va a pasar a buscar, a lo que le contesto con un Ok que por suerte no demuestra mi cansancio. Mi cerebro intenta avisarme que es hora de levantarse, pero renegando un poco sigo descansando mis ojos y tratando de evitar moverme a toda costa. Entonces las endemoniadas alarmas que un ser estúpido coloco hace solo unas horas atacan contra mis deseos de dormir y provocan que me levante refregando mi cara y con un aliento que molestaría al mismísimo Dracula. Después de cambiarme y de lavarme la cara para intentar despertarme, me llama Ezequiel que me dice que ya esta llegando a mi casa por que ya voto. Antes de siquiera ponerme a pensar, Ezequiel ya estaba tocando timbre como bocina para que salga disparado con el.

En el trayecto a la escuela recuerdo la incógnita que me lleva a preguntar ¿A quien carajo voto?, que necesidad tengo de encargarme yo, de las internas de los partidos políticos. Dudo de la definición interna y continuo con mi reflexión acerca de mi deber como ciudadano argentino. Recuerdo a Miatello y escucho la propaganda de su partido. Giuliano, que ese nombre no deja de recordarme a un amigo un poco cacheton, y sus criticas a la GUM. Clara García sencillamente vista solamente en carteles por lo que temo que quizás no exista y sea un diseño de computadora. Cortes, concejal que viene del proyecto Sur, que era mi predilecto y finalmente algunos cuantos desconocidos incluso para ellos mismos.

Seguía caminando pensando en la segunda vez en menos de dos meses que tengo que votar a aquellos políticos que se van a encargar no solo de hacer mi vida mas fácil, si no de hacérsela también a los demás, por poco se me escapa una carcajada. llego a la escuela, mi vieja escuela, que me trae muchos recuerdos gratos, pero nuevamente en un ambiente politizado. Ezequiel me avisa que se queda esperando en la puerta. El ambiente muy diferente que al educativo diario de una secundaria. Todos los documentos en mano, ningún milico a mi derecha, ninguno a la izquierda. Sospecho, que no me va a tocar esperar mucho como la vez anterior. Voy preparando el documento y voy hacia el cuarto oscuro correspondiente, el cual cambio el numero pero no la habitación, cuarenta y dos. Después de esperar algunos minutos, de los cuales temí que debiera esperar mas, entre en el tan esperado cuarto oscuro por segunda vez.
Lejos de estar en un lugar a oscuras, me lance en la búsqueda de mi folleto de aquel que iba a votar. Misteriosamente, los papeles que se veían mas a la vista eran aquellos mas reconocidos para la población, hasta incluso estaban en un banco solitarios cómodamente colocados, mientras que los demás partidos se disputaban su posición muy apretados en algunos bancos demasiado juntos. Me preguntaba si quizás, habían sido manipulados, y cuantas personas habrán decidido votar al que tenían mas cerca y mas a mano por no decidirse a algún partido que le guste. Durante un segundo fui atacados por esos pensamientos de vago, y iba a buscar la boleta mas linda para mi gusto. Pero entonces encontré el tan deseado papel del "Proyecto sur" Liderado por Cortes, no sin olvidarme uno mas para guardarme en el bolsillo, y en menos de lo que canta un gallo salí disparado de la habitación para colocar el sobre en la urna, asegurándome que entre para evitar posibles problemas.

Al salir ya mas aliviado de cumplir con mi obligación, comienzo a "investigar" a los restantes ciudadanos que se encontraban allí la mayoría sin interés y con mucho apuro, y la impaciencia es esencial para estos momentos. Algún que otro hombre, saluda contento y se ríe del día y de sus obligaciones. Salgo de la escuela y me vuelvo a encontrar con Ezequiel, vamos a tomar una gaseosa y olvidarnos de la política hasta que las cosas se vuelvan mas criticas. Después del primer trago de la bebida, le digo a mi amigo "Como la primera vez, nuevamente, el día menos significativo de mi vida".

01 agosto 2009

Poemas: "Deseos 2"

Deseos 2

El interior de mi corazón
Llama por tu reacción
Permitirme darte amor
Yo no quiero sufrir sin vos

Todo lo que me ha sucedido
Hoy ya no me importa
Por que un hechizo
Hoy en mi pecho me toco

Y mis palabras sufren por vos
No tanto como mi alma
Ellas me ayudan a buscar
Y no gritar por no verte

Quiero encontrar un alivio
Que me permita seguir vivo
Pero tus ojos no me ven
Y tu corazón no me escucha

Me tope con vos
Jugando conmigo y mi sentimientos
Riéndote con tus mentiras
Ahora comprendo, nunca me diste cariño

En el mundo del dolor
Solo te veo a vos
Que peor sufrimiento que ese
Que verte y no poder amarte

La magia que logra animarme
Es el amor que imagino que me das
Los abrazos que intentan calmarme
Cuando la locura quiere arrancarme

En esta tierra de destrucción
Solo tristezas veo yo
La gente ha perdido la fe
Y el amor no tiene perdón

Matías R. Saia


Cuentos: "inspiracion"

"Inspiracion"

Saco las manos de sus ojos, trataba de encontrar esa parte de si mismo que quería despertar, pero le resultaba muy difícil. Tenia el pincel en su mano y jugaba con el mientras miraba el lienzo blanco que parecía reírse de el. Cerró su puño y tuvo ganas de golpear y romper ese vacio que lo provocaba. Se levanto de su asiento y se acerco a mirar la ventana para encontrar alivio en el paisaje agradable que le daba la ciudad ese día.

En frente de su casa había una plaza con bellas flores y arboles antiguos, un anciano caminando con una gran paz y sonriendo de alivio, una pareja de jóvenes dándose tiernos besos en la parada de colectivo, el verdulero de la esquina riendo con sus clientes Un padre y su hijo jugando a la pelota en la plaza, algunos perros corriendo en círculos. El sol se asomaba por algunos edificios lejanos y daba un aire mágico a la situación. El pintor sintió como esa magia se metía dentro de el y comenzaba a acumularse en su mano, cerro sus ojos y el paisaje que había deslumbrado había aparecido dentro de el, en sus pensamientos, en su imaginación. No perdió un segundo, aunque sabia que su pintura estaba dentro de el, que solo debía volver a reproducirla. Tomo el pincel y se acerco al lienzo. Un trazo le siguió al otro, un color fue cambiado por otro. No podía ni siquiera respirar de lo concentrado que estaba, estaba en un trance único solo de el y su pintura lo compartían. Los minutos pasaron junto con las horas, hasta se olvido de comer, por que en realidad no necesitaba comer. Las manchas en el suelo, en su ropa, en toda la habitación no eran de importancia. A veces cambiaba el lienzo de lugar para ver el efecto que le daba la claridad o la oscuridad. Gruñía cuando algo no le quedaba como quería y asentía satisfecho cuando al abrir los ojos veía lo mismo que imaginaba.

No sabia cuanto tiempo había pasado, pero no le importaba, con sus ojos cerrados seguía viendo su obra pero esta última vez, al abrirlos vio su obra plasmada en el lienzo. El trance había terminado y la energía acumulada en mano ya había sido distribuida. El trabajo estaba hecho, la pintura terminada y todo el esfuerzo le vino de golpe junto con un enorme cansancio