03 agosto 2009

Cuentos: "Busqueda"

“búsquedas”

La mañana se anuncio a través de la ventana con un sol que pego duro en la frente del Muchacho, despertando de su sueño, en el cual se hacia presente la mujer que venia buscando desde hace una semana. Salió de su cama y fue al baño a sacarse las lagañas. Se miro en el espejo y por un segundo imagino que ella estaba detrás de el sonriéndole, por lo que se dio vuelta inmediatamente para encontrarse con la pared. “¿Hoy será el día?” Se pregunto, casi inocentemente. Dedico las primeras horas de la mañana para estudiar y ayudar en casa. Esa tarde la tendría libre para salir nuevamente por las calles y tratar de reconocerla entre las miles de caras que uno ve todos los días.

Cesar estaba perdiendo las esperanzas de lograr encontrarla de nuevo, se lamentaba no haberle pedido el teléfono o la dirección de su casa. Caminaba por las calles esperando que apareciera en cada esquina, pero su vacio aumentaba al no verla por ningún lado. Reviso bares y clubes, así como boliches y plazas, sin suerte. Mientras realizaba su búsqueda, recordaba aquella noche en que se conocieron, en que se amaron, casi volvía a revivir la noche. Habían pasado ya dos semanas de aquella noche y solo tardo dos días en empezar a buscarla.

Se sentía un completo inútil, derrotado después de una tarde de búsqueda, se sentó en uno de los bancos de la plaza que encontró más cercana. Allí algunos niños jugaban y ancianos discutían acerca del último clásico. Se quedo un rato mirando los arboles y algunos pájaros que parecían jugar entre algunas ramas. La gente pasaba con sus preocupaciones y decepciones. Cesar estaba allí, tan callado, tan desesperado y a la vez esperanzado.

Cerró sus ojos para escuchar los ruidos de la ciudad mientras meditaba. Dentro de su cabeza comenzó a imaginarla. En sus pensamientos se vio buscándola incluso afuera de la ciudad, por el campo y las montañas, incluso otros países. Cada vez notaba que estaba mas cerca, algo dentro de él le decía que faltaba muy poco. La sentía muy cerca de el, hasta podía escuchar su voz.

En su imaginación, comenzó a correr entusiasmado, hasta que finalmente logro ver su figura desde muy lejos “Ven a buscarme” Le dijo la muchacha “estoy muy cerca” lo animaba. Solo estaba a unos escasos metros de ella, la sentía muy real, pero sabía que era imaginación suya y que de un momento a otro al abrir los ojos se encontraría de nuevo con la triste plaza. “Abrí los ojos y espero que no te sorprendas con lo que encuentres”. Siguió la orden de su imaginación y abrió los ojos de puro inocente. La imagen de Caro no había desaparecido, estaba frente a el. Cesar atino a pestañear, creyendo que era un engaño se su mente, pero Caro era real. “¿Qué sucede?” Le pregunto mientras una sonrisa se le dibujaba a Cesar en su cara, como si fuera un niño en navidad. De un salto se levanto y abrazo a Caro con todas sus fuerzas. Ella rio por la actitud de el chico y le dijo que se calmara ya que no había sucedió nada. “Temía no verte mas” Le dijo el casi lagrimeando. “Yo te dije que iba a buscarte, pero fue mas difícil de lo que pensé” le contesto ella sonriendo. “No te disculpes, ven vamos a caminar” le dijo Cesar y la tomo de la mano llevándosela con el, ni siquiera escuchando una palabra de la muchacha, que en realidad no se quería negar, pero sus ánimos la hicieron sonreír y dejar que el la lleve. Juntos se alejaron de la plaza para volver a encontrarse nuevamente.

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